Por @Annberbiz
De noche reconocí al guerrero
Era una sombra húmeda y callada
-Escucha y respira...-
Perfumado de cítricos agudos,
Como un viejo espejo
Costras duras descubría su alma.
De pasos a besos, de sal a sueños.
Llevaba vestigios inmorales en la
mirada;
Su pecho de fuego, olor a maduro
El silencio incómodo aparecía
-Sería delicioso probarte en
muerte-
De sustancia imperfecta, la cal aventada
Lluvia caída en lo sintético del personaje
No podía hablar, palpaba su yo
Tan pálido y desbordante.
Examinaré mis desvelos
De tus huesos heridos
No quiero más desgracias.
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