domingo, 21 de octubre de 2018

Fantasía


Fantasía 
A la risa se le ha escapado la sinceridad y la realidad al "te amo".
Los miedos tienen miedo, mis penas buscan el pan en tus labios mientras el tiempo pasa para hacernos más fuertes y débiles a la vez.
Me he grabado el sonido de tu voz en una melodía cálida que abraza mi alma.
He dejado el pasado atrás, tú y yo no somos coincidencia, ni futuro, somos en cada día la prueba de un destino que deseo que se cumpla.
En la memoria está cada expresión que ha mostrado tu rostro, cuando sin pensar mis peores versiones se han manifestado y he adorado la forma en la que a pesar de ello has decidido quedarte.
He odiado la complejidad de tu Inocencia y perdidamente me he enamorado de ella.
Llevo conmigo las promesas pactadas con el corazón, tu aroma impregnado en mi cuerpo y la ternura de tus manos acariciando mi piel.
He guardado la silueta de tu cuerpo debajo de mis ojeras mientras te encoges como buscando mis labios, como besando mi ser.
Me he quedado atrapada en tu rostro de niño feliz, y feliz soy entre los deseos compartidos, escondidos entre tus pestañas mientras duermes.
Las mañanas son anheladas desde que te encuentras del otro lado de la ventana.
-Ayded HDíaz - 


viernes, 5 de octubre de 2018

Mi beatitud


Por @Annberbiz 





Desciendo con los ojos vendados,

fragmentada hacia la soledad.

Recorro en tus recuerdos,

que no me dejan sanar.

Fugitiva de mi cordura 

y con sangre en las manos

rezo por tu alma.

Las llagas siguen abiertas,

esperando en tu altar que

recorro con fe al andar.

Sonrío, estoy más cerca.

Tu voz se asoma.

levanto la mirada, 

estoy llegando a tu paz.

Eres mi beatitud y el delirio

de una fe perdida.

Te añoro, te adoro, te odio... 

Me pierdo al final del descenso,

sin un lugar adónde ir,

sin tu voz que se apagó pasos atrás.  

Me extingo como la luz 

de una vela a quien ya 

no tiene a quién alumbrar. 

La venda en mis ojos 

es permanente ya.
   

miércoles, 3 de octubre de 2018

El día que el micrófono se descompuso y afuera había una mesa servida de chocolates calientes y el señor de los camotes se quedó sin venta pero tu tía le dio de cenar

Hace unas semanas me pediste que te escribiera un cuento. Te dije que cuando lo he intentado nunca salen como me gustan, que tú sabes más de eso que yo, y que sería mejor que nos viéramos, si quieres en mi casa o en un motel para que fuera con nuestros ruidos y silencios.

Dijiste que me ibas ayudar a ordenar las ideas que porque así es como se empieza pero que en lo que queda del año no te queda ningún día libre sino hasta el otro.

Igual no hay pedo. Si supieras lo que sueño cuando me quedo dormido te daría mucha risa y a ti no te gusta reír, así que vale.

Traigo ganas de ti y de escribir y quisiera darte la sorpresa de que ya tengo algo pero la neta ni sé qué escribir. Lo que sí es que sea sobre algo en que me ayudes a corregir la sintaxis porque me apendejo.

O igual describirte lo esencial que pude llegar a sentir de ti la última vez que te vi.

Aunque fuera toda esa lloradera al final.

A veces creo que la vida no existe y que lo que realmente vivimos y sentimos son energías de un pasado hace millones de años y de otros cosmos que no tenemos forma de verlos y nos mantienen en sus órbitas porque es él y los otros los que en realidad no quieren estar solos y no nosotros los humanos.

Maniqueísmos de la cumbia, miamor.

Bueno me despido. Ya van a ser las 5 de la mañana y ya me tengo que ir a la carretera. Tengo un viaje de 15 horas y necesito prepararme bien porque los duendes ya se aparecen de día.

Traen cotorreo pero no me interesa.
No sé en tu pueblo si haya pero evítalos.
Tienen ojos mágicos y se roban los chocolates del oxxo.
    
Una vez vi que se bajaron de un tren y llegaron a uno de un costado y nadie se metió.

También había avispas y platicaban en ruidos.

Espero pronto llegue el 2019 para vernos y hacer otras cosas aparte de escribir.
Este tiempo lo voy aprovechar para hacer otras cosas que te quiero regalar en la calle.

Y también quisiera ver de qué se trata ese año para ver si lo adelantamos o no, pero hasta que sea presente, no antes.

No digas nada porque los proyectos antes se salan.

Cuídate.
Te quiero muxho.  
  







lunes, 1 de octubre de 2018

Ciencia fricción

Caricias que se desvanecen instantáneas.
Caricias que se ocurren pero no ocurren.
Que correrían dichosas la tela que también te es caricia, para recorrer ese espacio de piel que se asoma cuando tu blusa respira.

Caricias que yo qué, caricias que ya qué.
Que no te bajarían el cielo todo porque pa' qué quieres eso (jajaja, saludos), pero sí hilitos de nube que también se desvanecerían instantáneos pero sobre tu piel.

Caricias en tus muslos.
Caricias entre tus muslos.
Caricias entre nuestros muslos.
Caricias que yo ya qué.

Caricias que me especializarían en colores.
En tus colores, en tus mil crepúsculos, en tus dos mil flores.
Que esperaste y que le quedamos a deber a tu espalda.
Que le quedamos a beber a tu vientre.

Caricias de lejos que de todas maneras no iban a existir por ese jueguito de la energía entre átomos y de todas maneras nunca nos íbamos a tocar.
Imposibles desde siempre.
Caricias que vengo a escribir porque con alguna acción, aunque simulada, se tienen que materializar, porque las tengo que soltar.

Pero, peropero.
Caricias que aquí te esperan.

Sueño ligero