jueves, 21 de junio de 2018


No eres tú, ni soy yo, es el "nosotros"

Nono eres tú ni el ser falso que se esconde detrás de todas esas mentiras que repetiste tanto hasta que te las creíste.
Nono eres tú ni tus ideas de recorrer una vida a mi lado mientras sentado en un sillón recitas un poema de alguien que sentía vibrar el alma. 
Nono eres tú ni son los sueños rotos que acumulaste en alguna almohada a la cual le mencionas todas las noches un nombre que no es el mío.
Ni siquiera es por el exceso de valentía que has tenido al querer quererme, mucho menos al tener que mirarme a los ojos para asegurarme eso. 
Tampoco son tus manos frías al caer de la noche o la indiferencia manifestada ante mi existencia después de la extinción de la distancia entre nosotros.
Noni son los reproches que le grita tu mente perfecta a mi mente perversa cuando tiene sed de amar, de sentir, de vivir, de llorar, de gozar.
Nono eres tú ni la negación de mis defectos por parte de tu miedo a la soledad.
No eres tú, soy yo, soy yo la que se ha mentido tanto que ahora todo se ha vuelto falso, soy yo la que quiere caminar, brincar, correr, volar entre los sueños donde ya no quiero que estés tú. 
Soy yo la que se rinde ante la lucha inútil que no quisiste hacer por un amor como el mío.
Si soy yo quien ahora desprecia las migajas detrás de la soledad ajena, soy la que se va tanto por cobarde como por valiente, la que pretende vivir sin miedo, sin lástima, con sueños, mil sueños, míos y de nadie más.
Soy yo la que pretende brillar lejos de la sombra de un pasado que se arrastra entre el hubiera y no hubiera de un cobarde enamorado de los recuerdos de un gran amor, ese que solo se tiene una vez en la vida y que es cierto, no soy yo.
Soy yo la que se marcha sin ser el amor de la vida de alguien, la que se va para no serlo ni de ti, ni de mi ni de nadie.



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Sueño ligero