Por
temporadas
somos todos una cosa fúnebre.
Una cosa ciega.
Tenemos el llanto
y la mirada ennochecida
y llevamos en el pecho
nuestro futuro
y nuestra ruina.
No siempresomos todos una cosa fúnebre.
Una cosa ciega.
Tenemos el llanto
y la mirada ennochecida
y llevamos en el pecho
nuestro futuro
y nuestra ruina.
Solo por temporadas.
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