jueves, 5 de julio de 2018

Un instante

Por @Annberbiz 


¿Cuánto espacio, tiempo y materia han confluido para traerme hasta aquí? Anidada en el sofá sólo presente está su cuerpo mullido, que le resta protagonismo a la cama tranquila que se afila en la habitación con paredes que suplican una mano de pintura. El problema entre mi cama y el sofá vino con la enfermedad del tiempo. En mi habitación soy extranjera, el televisor ataca a discreción cuando él no se decide por uno o por otro, la vida sucede aquí, habla con mi ojos pero no con mi voz y el insomnio es un documental sobre instrumentos de cocina. 

Para él soy más que un cúmulo de imágenes que inhiben naturalidad. Soy otra pieza de rompecabezas que él ni siquiera sabía incompleto. Escribe para darle forma a un universo que no claudica ante sentimientos elementales que gravitan en la complejidad, me inventa en diferentes lugares y ciudades, me rebusca en sus días grises, en sus andamios sin apuntalar, lugares que no termino de imaginar.

No logro descifrar que lugar ocupo aquí, el suelo es un mar con olas bravas, navego a las orillas de este sofá que me recuerda a mí  que revive un sueño que germinó hace años, una mirada a mis patios traseros donde la conciencia y la memoria me llevan a la sombra de aquel árbol de hace décadas atrás. 

Pensaba en metáforas que se fundían con la bilis de la ciudad. Podía sentir poemas que cobraban forma, junto con universos y miedos que salían en mí. Ahora, él, sólo es un instante mientras preparo líneas de defensa y suministros que se han vuelto inminentes en el sofá. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sueño ligero